10 cosas para hacer en Barcelona. Descubre todo lo que la ciudad te puede ofrecer. Fiesta, cultura, arte, gastronomía...
1. Pasea para descubrir la ciudad
Barcelona
es una ciudad grande, pero tiene un tamaño perfecto para conocerla a pie.
Olvidaros por un día del metro o el autobús turístico y recorredla dando
bonitos paseos y cogiendo fuerzas en su amplia oferta gastronómica. Podéis
optar por visitar los edificios y parques más importantes de la ciudad como la Ciutadella,
el parque de Joan Miró o el castillo de Montjuïc,
pero también existe una Barcelona que no sale en las guías. Os animamos a subir
hasta Horta, a conocer el encanto del barrio de Sant
Andreu, a ver una cara del Eixample
menos conocida y a disfrutar de cinco panorámicas únicas.
2. Gaudí y el Modernismo
Sin duda,
una de las atracciones turísticas (y también para los que viven aquí) es
admirar la arquitectura modernista y las obras de Gaudí en particular. Podéis
encontrar varios ejemplos de su trabajo por toda la ciudad, ya sean edificios
civiles o religiosos. Los más famosos son la Sagrada Familia, impresionante por
fuera y por dentro; el Park Güell, un lugar casi de cuento que emula un jardín
inglés, o la Pedrera. Pero no dejéis pasar la oportunidad de visitar otros
edificios de Gaudí que a veces ocupan un lugar más pequeño en las guías. Por
ejemplo, el Palau
Güell, la Casa Batlló,
la Casa Vicens
o (haciendo una pequeña escapada fuera de Barcelona) la cripta de la Colònia
Güell, en Santa Coloma de Cervelló.
Pero
Gaudí no fue el único exponente del Modernismo que dejó su huella en Barcelona.
También merecen una visita, por ejemplo, la Casa Amatller
y el Palau
de la Música, de Puig i Cadafalch;
la Casa Lleó
Morera, diseñada por Domènech
i Muntaner
o la Casa de les Punxes.
Otro ejemplo es el Hospital de la Santa Creu
i Sant
Pau, Patrimonio de la Humanidad y cuyos jardines son un oasis en medio del
bullicio de la ciudad.
Para
saliros un poco de las rutas establecidas, os hablamos de 5 joyas modernistas
menos conocidas.
3. Ve de concierto
Barcelona
tiene bastantes locales de música en directo, como Razzmatazz
o la Sala Apolo, pero también tiene salas de conciertos maravillosas. El Gran Teatre
del Liceu
es un superviviente espléndido, decorado con pan de oro, lujosas alfombras
rojas y mucha ornamentación. Consultad la programación, ya que las entradas no
siempre son tan caras como pueda parecer y és
un lugar que merece una visita. Por otro lado está L'Auditori,
un espacio elegante con capacidad para 2.400 espectadores que no sólo programa
conciertos de música clásica, si no también jazz, o músicas del mundo. El Palau
de la Música Catalana es famoso por su arquitectura modernista y por la
cantidad de actividades que acoge. Barcelona también acoge diversos festivales,
desde el Primavera Sound
al Festival Internacional de Jazz de Barcelona, el Sonar y el Cruïlla,
entre otros.
4. Descubre la Barcelona del joven
Picasso
Picasso
recordaba Barcelona como hermosa y brillante, una ciudad donde pasó sus
primeros años. Seguid los pasos del genio visitando los enclaves que marcaron
su juventud. Pasear por la calle de la Reina Cristina y luego cruzar hasta el
número 3 la calle de la Mercè
y ver donde vivía su familia, aunque el edificio fue destruido. Si necesitáis
hacer un alto en el camino, acercaros a Els
4 Gats,
un lugar donde se reunían los artistas de la época para hacer tertulias, cenas
y reuniones de arte. Para finalizar, visitad el Museu
Picasso, una galería que acoge las obras de los años de formación de Picasso.
5. Tapas, pintxos y vermut
Los pintxos,
platos del tamaño de un mordisco que se sirven sobre pan (la versión vasca de
las tapas) también son una tendencia culinaria en Barcelona.
Uno
de los mejores lugares es Euskal
Etxea,
donde podréis saborear empanadillas de jamón serrano, pintxos
de pollo en tempura
con mayonesa de azafrán, queso provolone
fundido con mango y jamón, o una mini-brocheta de carne de cerdo, pero hay
muchos más sitios interesantes por la ciudad.
Pero
si lo que os apetece es ir de tapas, las propuestas se multiplican. Las hay más
elaboradas, las de toda la vida, lugares donde las patatas bravas son las
estrellas de la carta o bares donde mejor se sirve la cerveza. Algunos de los
imperdibles son el Quimet
i Quimet,
la Esquinica
o El Jabalí.
La
oferta gastronómica más lúdica se podría completar con un vermut. Los fines de
semanas son el momento ideal porque se dispone de más horas para
"saltar" de bar en bar, pero realmente siempre es un buen momento
para tomar vermut casero, de esas bodegas históricas. Os recomendamos el Bar Calders,
La Pepita y la Electricitat,
por ejemplo.
6. Sube a la montaña de Montjuïc
La
montaña de Montjuïc
es perfecta para dar un paseo entre árboles y tener unas vistas estupendas,
pero cuesta un poco más acceder a ella, por eso es menos visitada por los
turistas. Allí están las instalaciones que se construyeron para los Juegos
Olímpicos de 1992, incluido el Palau
Sant
Jordi o la torre de telecomunicaciones diseñada por Santiago Calatrava. Los que
tengan más energía y suban hasta lo más alto de la colina se encontrarán el Estadi
Olímpic
y el Jardí
Botànic. A sus pies, la plaza de Espanya
es el acceso más habitual a la montaña, y también podéis aprovechar para
visitar el Pavelló
Mies van der Rohe
y el centro cultural CaixaForum.
Podréis
pasear también por los jardines de Laribal,
diseñados por el paisajista francés Jean-Claude Nicolas
Forestier.
Tampoco os perdáis el vivero Tres Pins,
donde se cultivan las plantas para los jardines y parques municipales de la
ciudad, y tampoco quitaros el sombrero ante la estatua de bronce del poeta
italiano Dante Alighieri en la plaza del mismo nombre.
7. Una jornada para el arte
En
Barcelona, dar un paseo por el parque no es sólo una experiencia relajante,
también puede ser un viaje artístico. Animaos a dar un paseo alrededor de los
frondosos jardines del Teatre
Grec
y luego id a la Fundació
Joan Miró, uno de los museos más grandes del mundo. Es el hogar de una
colección de más de 225 pinturas, esculturas y 150 piezas gráficas del pintor
surrealista español, junto a una serie de obras de sus contemporáneos.
Enumerar
todos los museos y galerías de arte de la ciudad nos llevaría tiempo, pero una
de las joyas de la ciudad es el MNAC (Museu
Nacional d'Art
de Catalunya), con piezas que recorren el arte catalán desde el románico hasta
mediados de siglo XX.
Si
preferís las pequeñas salas no dejéis de visitar el Palau
Robert porque es gratis, por la oferta de exposiciones que acoge y porque el
edificio en sí se lo merece, así como importantes galerías repartidas por la
ciudad, algunas de las más prestigiosa son la ADN, la Joan Prats, la Galeria
3 Punts
o la Toni Tàpies.
8. El Raval
inspirador
Al
igual que París, Barcelona también tiene un aroma literario. Son muchos los
escritores que se han inspirado en el Raval
profundo, también conocido como Barrio Chino. Frecuentado por vagabundos y
prostitutas, el barrio constituye un escenario extrañamente atractivo para la
novela existencial de Jean Genet
Diario de un ladrón (1949) y es el telón de fondo de la novela sobre la guerra
civil El Palacio (1962) de Claude Simon.
Pero
El Raval
es mucho más. Es comercio local, tiendas como Les Topettes
o Fusta'm
son de visita obligada, y también es cultura urbana, música y gastronomía, como
el Bar Kasparo,
Lo de Flor o el Dos Palillos.
Pero
en el Raval
también encontraréis imprescindibles de la cultura como el CCCB (que acoge
exposiciones, conferencias, etc),
el Macba,
la Biblioteca de Catalunya o la nueva Filmoteca.
9. Conoce la historia de la ciudad
Cuando
se visita una ciudad nueva, es recomendable informarse un poco sobre su
historia para entender sus edificios, urbanismo, arte y también algo del
carácter de sus gentes. Barcelona está llena de herencias de diversas culturas
y a cada paso que deis por su calles os tropezareis con algún vestigio.
Podéis
haceros una idea de su riqueza visitando el Museu
d'Història
de Barcelona (MUHBA) que conserva el patrimonio histórico de la ciudad y lo
expone en sus diversas sedes (las principales son las de la plaza del Rei,
el Call,
el Templo de Augusto y el Refugio 307), el recién estrenado Born
Centre Cultural, las Columnas de Adriano, las atarazanas reales del Museu
Marítim,
los diferentes refugios que se construyeron para sobrevivir a la Guerra Civil,
la isla modernista de la discordia o el Fossar
de les Moreres,
que en su día fue uno de los cementerios históricos de la cercana Santa Maria
del Mar y que es un memorial de guerra por los muertos que hubo durante el
asedio a Barcelona (1713-1714).
10. Prueba la cocina marinera
Nadie
debería irse de Barcelona sin probar su cocina marinera. La ciudad brinda por
el Rias
de Galicia, en el Poble-sec,
y por Cachitos, en el Eixample,
por su fantástica variedad de pescados y mariscos. Cal Pep,
en el Born,
es conocido por su trifásico, una mezcla de chanquetes fritos, calamares y
camarones y exquisitos tallarines. En la Barceloneta encontraréis La Mar Salada
y Can Solé, con pescado y marisco fresco todos los días. Dejaros tentar.
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